Empañada de recuerdos y nostalgia empecé a escribir, tratando de sacarme el grito desesperado de la garganta. Empecé por recordar tiempos y espacios, horas y luces, gestos y señales… Todos concretándose en una sola lagrima, con un solo recorrido.
Luego extrañe al tiempo, a esos tiempos; al pasado que era tan fácil como recordarlo. Engañada por los recuerdos, recordé lo amargo y extrañe al presente y así al futuro, tan prometedor, iluso y mentiroso, como siempre.
Una vez mas, engañada por la realidad, descubrí que la luz que me iluminaba no provenía de la luna, si no de las luces de neón, dejando a todos ciegos a su alrededor.
1 comentario:
excelente!!! sobre todo los calificativos del futuro.
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