sábado, 14 de julio de 2012

Urdesa


Hay tanto amor en una casa de la urbanización del salado. Una pareja habita en ella y la llaman hogar, tienen hijos, ellos se van, la pareja envejece y deja de ser un hogar para convertirse en una  cohabitación. Mueren.
 Una mujer habita ahora, no es su hogar, ella viene y va, fuma un cigarrillo en el balcón y se evapora con el humo, se va.
Un hombre habita ahora, la soledad se convierte en locura y se mata. Aun conservo la escopeta. Había tanto amor en esa casa. Ahora solo queda una estructura abandonada con la típica vieja arquitectura que ya no conozco. 

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